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29.3.11

Hoy no pensaba escribir nada, no tenía nada que contar, ni me había ocurrido nada que mereciese un hueco en este blog, hasta que esta mañana mientras almorzaba en el trabajo he leído una noticia que me ha dejado conmocionada. La muerte siempre es dolorosa e injusta, muy injusta.

Nos pasamos la vida quejándonos por tonterías, estando tristes por cosas que posiblemente al otro día tengan solución, nos atormentamos, nos hacemos la vida más difícil, no disfrutamos y nunca pensamos que en el momento menos esperado la muerte nos cubrirá con su manto y acabará todo. No habrá más lágrimas, ni sufrimiento, ni enfados, ni decepciones, pero tampoco habrá alegrías, ni sonrisas, ni ilusiones, ni sueños... todo  terminará de golpe sin poder hacer nada para evitarlo.

Cuando te das cuenta de la cantidad de valientes que luchan día a día por seguir viviendo, ves las cosas de otra manera, valoras más lo que tienes y te sientes un poco estúpido/a por preocuparte por nimiedades.

Esta entrada va en memoría de una VALIENTE.
Hasta pronto, dulce Yasmina, un beso allá donde estés.

3 comentarios:

  1. Dicen que las personas que han pasado por una situación crítica en sus vidas salen de ella fortalecidos y ven la vida con otros ojos. Ella lo estuvo haciendo durante 15 años y seguramente haya influido en las vidas de todos los que la conocieron.

    Yo no tuve esa suerte y ahora que conozco la historia de esta luchadora intentaré al menos tomar un poquito de esa fuerza para limpiar estos cristales tan sucios de nimiedades.

    Un beso Yasmina

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  2. El sumatorio de esas microscópicas vendettas o bonanzas son las que tejen la vida. Sabemos de su insignificancia pero renunciar a ellas es hacerlo a nosotros mismos.

    Un beso.

    Me encanta tenerte de nuevo por aqui.

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