Algún día pasearé por el Jardín de verano, posaré junto al Jinete de bronce y contemplaré la catedral de San Isaac

24.7.11



¡Soldado! Deja que acune tu cabeza y acaricie tu rostro, déjame que bese tus queridos y dulces labios, que llore a través de los mares y que susurre a través de la helada tierra rusa lo que siento por ti... Luga, Ludoga, Leningrado, Lazarevo... 

A través de Finlandia, a través de Suecia, a Estados Unidos, con la mano extendida, me levanto y avanzo, con el corcel negro al galope y sin jinete en mi estela. Tu corazón, tu fusil, me consolarán, serán mi cuna y mi tumba.

Lazarevo te trae a mi alma, en los amaneceres y en las noches de luna junto al Kama. Cuando me busques, búscame allí, porque es allí donde estaré todos los días de mi vida.

El jinete de bronce de Paullina Simons

El día que descubrí que mi troglo era Igor Paskual

9.7.11

Hace cinco años tuve el placer de ir a un concierto de Loquillo y los trogloditas, no era seguidora del grupo y sólo conocía tres canciones de ellos: Cadillac solitario, El ritmo del garaje y Quiero un camión, supongo que como cualquiera que tenga un mínimo de culturilla musical española. Pero el rock es la música que más me gusta y era una oportunidad de oro para conocer a un grupo que siempre he visto como un referente en el rock de este país.

No hace falta que diga que quedé encantada, es uno de los mejores conciertos a los que he ido y volvería a ir mil veces si pudiera y también desde entonces me he empapado muchísimo de su música. El guitarreo me chifla y en el concierto quedé prendada de un troglodita, la mágia que desprendía en el escenario me maravilló. 

Hace unos días por fin pude poner nombre a ese guitarrista, es Igor Paskual y aunque sigue con Loquillo, este año ha sacado un disco en solitario Equilibrio inestable.

Os dejo un rock suave, creo que no hace falta que os diga que troglodita es Igor.