Hoy no pensaba escribir nada, no tenía nada que contar, ni me había ocurrido nada que mereciese un hueco en este blog, hasta que esta mañana mientras almorzaba en el trabajo he leído una noticia que me ha dejado conmocionada. La muerte siempre es dolorosa e injusta, muy injusta.
Nos pasamos la vida quejándonos por tonterías, estando tristes por cosas que posiblemente al otro día tengan solución, nos atormentamos, nos hacemos la vida más difícil, no disfrutamos y nunca pensamos que en el momento menos esperado la muerte nos cubrirá con su manto y acabará todo. No habrá más lágrimas, ni sufrimiento, ni enfados, ni decepciones, pero tampoco habrá alegrías, ni sonrisas, ni ilusiones, ni sueños... todo terminará de golpe sin poder hacer nada para evitarlo.
Cuando te das cuenta de la cantidad de valientes que luchan día a día por seguir viviendo, ves las cosas de otra manera, valoras más lo que tienes y te sientes un poco estúpido/a por preocuparte por nimiedades.
Cuando te das cuenta de la cantidad de valientes que luchan día a día por seguir viviendo, ves las cosas de otra manera, valoras más lo que tienes y te sientes un poco estúpido/a por preocuparte por nimiedades.
Esta entrada va en memoría de una VALIENTE.
Hasta pronto, dulce Yasmina, un beso allá donde estés.